La abuela materna

La abuela como portal de vida

El hilo invisible que entrelaza tu salud emocional y física

Desde el útero de tu madre hasta tus memorias más profundas, la energía de tu abuela materna vive en ti más de lo que imaginas.

¿Sabías que la primera célula de tu existencia se formó en el cuerpo de tu abuela?
Suena poético, pero es biológicamente cierto. Cuando tu madre estaba en el útero de tu abuela, ya portaba en sus ovarios los óvulos que darían lugar a ti. Esto significa que, en cierto sentido, tú también estuviste allí. En ese espacio sagrado, de generación en generación, se transmiten no solo genes, sino emociones, creencias, patrones y heridas no resueltas.

Desde la mirada del Coaching NeuroBiológico la figura de la abuela materna es un pilar central en la construcción de tu identidad emocional y corporal. Comprender su impacto en tu vida no es solo un acto de sanación personal, sino una forma de honrar y liberar tu linaje femenino.

1. Tu abuela materna: el origen del origen

En términos biológicos, tú fuiste un pequeño óvulo en el vientre de tu madre cuando ella era apenas un feto dentro del útero de tu abuela. Todo lo que vivió tu abuela en ese momento —sus emociones, carencias, miedos, esperanzas— afectó a tu madre… y por lo tanto, también a ti.

La epigenética, una rama de la biología moderna, confirma que no solo heredamos genes, sino también la manera en que esos genes se expresan o silencian, dependiendo del entorno emocional vivido por nuestros ancestros. Así, una abuela que vivió en miedo, guerra, represión o abandono, puede dejar huellas emocionales en nietos que nunca la conocieron.

2. Lo que calla una abuela, lo expresa su descendencia

Sabemos que cuando un miembro del sistema familiar reprime un dolor o guarda un secreto importante, otro miembro posterior —frecuentemente nietos— puede manifestarlo en forma de síntoma, comportamiento, ansiedad o bloqueo vital.

Por ejemplo, si tu abuela materna vivió un duelo silenciado o una historia de amor prohibida, esa carga emocional puede alojarse en tu inconsciente, expresándose luego como un patrón de relaciones frustradas, infertilidad o miedo al abandono. No es magia ni superstición: es la fuerza de los lazos invisibles que buscan equilibrio y reparación.

3. Síntomas físicos como eco del linaje

Desde el Coaching NeuroBiológico, los síntomas físicos se interpretan como la expresión biológica de conflictos emocionales no resueltos. Muchos de estos conflictos tienen su origen más allá de la vida individual: están inscritos en el árbol genealógico.

Algunas dolencias ginecológicas, trastornos hormonales, problemas de autoestima o dificultades en la relación con el cuerpo femenino pueden tener un componente transgeneracional ligado a la historia de la abuela materna: abusos silenciados, abortos ocultos, frustración vital, mandatos de sacrificio.

4. La abuela como portal de vida

Tu abuela materna no solo fue la raíz de tu cuerpo físico. También es una clave maestra para comprender aspectos profundos de tu personalidad, tu forma de amar, tu manera de maternar (a otros o a ti misma), y tu conexión con la vida.

Sanar el vínculo con la abuela materna es un acto de profundo amor hacia ti misma. Es mirar atrás sin juicio, con ojos de comprensión, y permitir que el pasado deje de repetirse en tu cuerpo, en tu historia y en tus emociones. Porque cuando una mujer se libera, libera también a las generaciones que la siguen.

5.¿Estás lista para honrar tu linaje y reconectar con tu fuerza femenina?

Empieza por mirar a tu abuela con otros ojos. Allí puede estar la llave de tu bienestar más profundo.

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