Menos adrenalina y más serotonina

Menos adrenalina y más serotonina

RECONECTANDO CON LA PAZ INTERIOR

Vivimos en un mundo hiper estimulado, donde el «hacer» constante ha desplazado al «ser», y la adrenalina se ha convertido en nuestra compañera silenciosa de cada día. Nos levantamos con el pulso acelerado, pensando en lo que hay que lograr, responder, alcanzar… mientras nuestro sistema nervioso sigue activado incluso cuando el cuerpo duerme. ¿Qué efecto tiene esto en nuestro bienestar? ¿Y qué papel juega la serotonina en el camino hacia una vida más equilibrada?

ADRENALINA: LA QUÍMICA DEL «PELIGRO»

La adrenalina es una hormona esencial en nuestra biología: nos prepara para la acción, la supervivencia y la respuesta inmediata. Pero cuando se convierte en un estilo de vida, su exceso genera consecuencias físicas y emocionales: ansiedad, insomnio, hipertensión, digestiones lentas y, sobre todo, desconexión emocional.

Desde el Coaching NeuroBiológico, entendemos que los síntomas no son enemigos, sino mensajes. El exceso de adrenalina refleja una percepción inconsciente de amenaza. No hablamos de un león en la sabana, sino de un jefe, una pareja, una deuda, una expectativa… Todo aquello que nuestro inconsciente traduce como un “¡corre o lucha!”.

SEROTONINA: LA QUÍMICA DE LA PAZ

En contraposición, la serotonina está asociada al bienestar, la regulación del ánimo, el sueño reparador, la calma y el placer por lo simple. Una persona con niveles óptimos de serotonina no vive desde la urgencia, sino desde la presencia. No reacciona, sino que responde. No se ahoga en el miedo, sino que respira en la confianza.

Pero aquí está el punto clave: la serotonina no se activa desde el control, sino desde la conexión. Conexión con uno mismo, con las emociones, con el cuerpo y con la propia historia.

¿QUÉ HISTORIA ESTÁS REPITIENDO?

El Coaching NeuroBiológico nos invita a mirar más allá del síntoma. ¿Qué patrón inconsciente estás perpetuando que te mantiene en un estado de alerta constante? Muchas veces, estamos reviviendo historias familiares de estrés, abandono, exigencia o miedo al fracaso. La prisa, el perfeccionismo o la hiper responsabilidad no son rasgos de personalidad, sino estrategias inconscientes de supervivencia.

Por ejemplo, una mujer que creció con una madre ansiosa puede haber aprendido que «estar en calma» es peligroso, porque “algo malo podría pasar en cualquier momento”. O un hombre cuyo padre lo exigía al extremo puede sentir que descansar es sinónimo de flojera o culpa.

Cuando tomamos conciencia de estos programas, podemos elegir. Podemos dejar de reaccionar como lo harían nuestros ancestros, y empezar a responder desde una nueva frecuencia emocional.

MENOS ADRENALINA, MÁS SEROTONINA: ¿CÓMO LO LOGRAMOS?

No se trata solo de meditar o tomar suplementos naturales. Se trata de reprogramar nuestro sistema emocional desde la raíz. Aquí algunas claves prácticas desde un enfoque integrador:

  1. Escucha tu síntoma: Pregúntate “¿Qué emoción no estoy atendiendo?” o “¿Qué me está diciendo mi cuerpo con esto?”.
  2. Identifica el conflicto: ¿Cuál es la situación que estás viviendo como una amenaza? ¿Realmente lo es?
  3. Mira hacia atrás: ¿Cuándo fue la primera vez que sentiste algo similar? ¿Qué figura de tu infancia o linaje también vivía así?
  4. Cambia la percepción: Recuerda que el inconsciente no distingue entre lo real y lo simbólico. Cambiar tu manera de ver la situación cambia tu química interna.
  5. Cultiva estados de presencia: Gratitud, respiración consciente, contacto con la naturaleza, arte, vínculo emocional… son fuentes de serotonina naturales.

EJERCICIO PRÁCTICO: DEL ESTRÉS A LA CALMA EN 10 MINUTOS

Este ejercicio te ayudará a pasar del modo “supervivencia” (adrenalina) al modo “presencia” (serotonina), reconectando con tu cuerpo y reprogramando tu percepción emocional.

PASO 1: Respiración consciente (3 minutos)

Siéntate en silencio, cierra los ojos y respira profundamente. Inhala en 4 tiempos, retén el aire 2 segundos y exhala en 6 tiempos. Hazlo lentamente, sintiendo cómo el cuerpo se afloja. Este tipo de respiración activa el sistema parasimpático, reduciendo la adrenalina.

PASO 2: Reencuadre emocional (4 minutos)

Piensa en una situación reciente que te generó estrés. Pregúntate:

  • ¿Qué peligro imaginario estoy percibiendo?
  • ¿A quién me recuerda esta situación?
  • ¿Qué necesidad emocional está detrás?

Ahora, responde con compasión. Puedes decirte mentalmente:

“Estoy a salvo. Ya no soy aquel niño/niña. Hoy puedo elegir desde el adulto que soy.”

PASO 3: Activación de serotonina (3 minutos)

Piensa en tres cosas por las que estás agradecido hoy, por simples que sean. Luego, sonríe suavemente mientras visualizas una escena que te dé paz: un paisaje, un abrazo, un recuerdo feliz. Siente esa emoción como si estuviera ocurriendo ahora. Esa química es serotonina pura.

PALABRAS PARA EL ALMA

“El cuerpo grita lo que la mente calla, y el alma susurra lo que el ego no quiere escuchar.”
— Anónimo

Cambiar adrenalina por serotonina no es renunciar a la acción, sino elegir una acción más coherente, más suave y más consciente. Es dejar de vivir en modo “supervivencia” y empezar a habitar la vida en modo “presencia”.

Porque cuando el corazón late al ritmo del alma, la química cambia. Y con ella, toda nuestra realidad.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *